Publicado: 23 de Mayo de 2017
Un estudio demuestra la larga vida del aluminio y más del aluminio lacado
Un estudio realizado por el Profesor de arquitectura inglés Michael Stacey, acerca de la durabilidad del aluminio en edificios, llega a la conclusión de que este metal es mucho más duradero de lo que se pensaba, pues hasta ahora el aluminio había demostrado su capacidad de aguante durante 40 o 50 años. Pero los avances técnicos de nuestro material en las últimas décadas le han dotado aún más de una vida muy prolongada. Este estudio del Doctor Stacey prolonga en mucho tiempo la vida resal del aluminio, asegurándole décadas por encima de lo que se pensaba y no solo llegando a esa conclusión sino que lo hace en perfectas condiciones sin apenas degradación alguna.
Las premisas básicas a las que llega el informe son estás:
- El Aluminio que se usa en nuestras producciones de perfiles para edificación en ventanas de exterior, puede tener una vida útil de 80 años, unos 40 más que lo que se creía.
- El Aluminio aplicado en estructuras, divisiones y usos del interior de nuestras vivienda es prácticamente infinito.
- El Aluminio lacado es capaz de soportar excelentemente el paso del tiempo. Se ha comprobado que hay lacados en polvo (sistema usado por Itesal) de los años 70 del siglo pasado, que se
encuentran hoy en un estado excelente.
El máximo representante de la ALFED Británica (Federación del Aluminio del Reino Unido) manifestó su opinión de la siguiente forma:
“ Ya conocemos las grandes cualidades de este versátil material, que es resistente a la corrosión, ligero y completamente reciclable. El hecho de que un estudio independiente haya confirmado este aumento de su durabilidad es una grata noticia ”
El hecho es que el aluminio no solo soporta bien el paso del tiempo, sino que la I+D que se le ha ido aplicando ha favorecido aún más su uso y prolongada vida, por no mencionar su capacidad cuasi eterna de ser reciclado.
Un magnífico ejemplo son los emblemáticos edificios donde se ha usado como el Empire State Building de Nueva York (1930) que luce en perfecto estado siendo foco de todas las miradas, día tras día.
En Europa el Edificio Gherkin de Londres del prestigioso arquitecto Norman Foster, inaugurada en 2004, con un diseño vanguardista que usa el aluminio en todas sus adaptaciones, convirtiéndose en un icono del skyline londinense.
Y para concluir en Asía el impresionante HSBC Building de Hong Kong, diseñado también por Lord Norman Foster e inaugurado en 1985, que rezuma aluminio tanto en su interior como en su exterior con aplicaciones del mismo usadas con gran maestría como el panel Composite o diferentes curvados de perfilería.
Todos estos ejemplos afirman que la inversión en aluminio frente a otros materiales es una elección definitiva, amortizándose su coste en multitud de años, casi una vida.